La tarta de piña siempre es refrescante después de una comida copiosa, como fué mi caso.
Es una de las tartas que gusta a todos
Además es muy sencilla de preparar, solo hay que tener la precaución de hacerla el día anterior para que esté bien cuajadita
Ingredientes
12 Bizcochos
de soletilla (o los que quepan en el molde)
2 latas de
piña en su jugo (Unos 420 gr cada una)
1 litro de
nata líquida para montar
2 sobres de
gelatina de piña o limón
Preparación
Escurrimos el jugo de las latas de piña y mojamos los
bizcochos en el jugo (no demasiado para que cuaje bien). Reservamos lo que
sobre de jugo.
Colocamos los bizcochos en la base de un molde desmontable y
reservamos en el frigorífico.
Reservamos unas cuantas rodajas de piña para la decoración
final, y el resto de las rodajas las trituramos bien con la batidora.
Montamos un poco la nata (debe de estar muy fría) y
reservamos
Con el jugo reservado lo ponemos en un cazo a hervir, cuando
comience a hervir agregamos los dos sobres de gelatina, mezclamos muy bien y
apartamos del fuego, dejamos que se temple un poco, (unos cinco minutos más o
menos).
Mezclamos las tres preparaciones que teníamos reservadas: la
piña triturada, el jugo con la gelatina y la nata.
Vertemos la mezcla sobre la base de bizcochos y guardamos en
el frigorífico. Lo mejor es preparar esta tarta el día antes. Desmoldamos y
adornamos con las rodajas de piña que habíamos reservado. Se sirve muy fría.
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