INGREDIENTES:
- 400 ml de nata para montar (la que tiene 35% de materia grasa)
 - 350 g de harina
 - 4 huevos M
 - 220 g de azúcar morena
 - 120 g de nueces peladas
 - 1 sobre de levadura (16 g)
 - 1 cucharadita de canela en polvo
 - 1 pizca de sal
 
- Comienza
     por preparar el molde.  Si empleas un molde
     desmoldable, simplemente engrásalo y enharínalo. Si tu molde no se
     puede desmontar te recomiendo que lo forres con papel de horno para que no
     se pegue a las paredes.
 - Precalienta
     el horno a 180 ºC con calor arriba y abajo. No es necesario que
     enciendas el ventilador.
 - Tamiza la
     harina junto con la levadura y la canela.
     Reserva esta mezcla.
 - Parte
     las nueces, pero solo ligeramente. No queremos encontrarnos trozos de
     fruto seco grandes pero tampoco tan pequeños que ni se noten. Resérvalas
     también.
 
Forrar el molde con papel o engrasar
Preparando el bizcocho de nata y nueces
- Bate
     los huevos y el azúcar hasta que la mezcla tenga un color
     blanquecido y tengan un aspecto espumoso. De esta manera incorporamos aire
     a la masa del bizcocho y saldrá más esponjoso. Es recomendable que lo
     hagas con un batidor de varillas eléctrico, pues te cansarás menos y te
     quedará mejor. No obstante, también se puede hacer a mano.
 - Agrega
     la nata y vuelve a batir otro poco hasta que se integre.
 - Añade
     los ingredientes tamizados y la pizca de sal. Continua
     mezclando, esta vez con la batidora a velocidad baja, hasta que no veas
     restos de harina. También puedes realizar esta operación con una espátula.
     Te cuidado y no batas la masa en exceso, pues el bizcocho tenderá a
     quedarse duro.
 - Finalmente, incorpora
     las nueces picadas mezclando suavemente todo. Reserva
     unas pocas para colocárselas por encima al bizcocho y que quede
     más bonito.
 - Vierte
     la masa en el molde y reparte por la superficie las nueces que
     habías guardado.
 - Hornea
     el bizcocho a 180 ºC durante unos 40 minutos aproximadamente.
     Pasado el tiempo de horneado, comprueba que el bizcocho se ha
     cocido por dentro. Para ello clava un palillo o brocheta en el
     centro del mismo y comprueba que no sale masa cruda pegada a él.
 - Una
     vez esté listo el bizcocho, deja que se enfríe un poco
     sobre una rejilla antes de desmoldarlo. Cuando ya no queme, retira el
     molde y disfruta de la esponjosidad de este bizcocho de nata y nueces
     fácil y rápido de hacer.
 
Consejos para hacer bizcocho de nata y nueces
- El batido
     de la masa es fundamental para que los bizcochos queden
     esponjosos y bien altos. Monta sin prisa los huevos con el azúcar hasta
     dejarlos bien esponjosos.
 - Tamizar
     la harina también es importante para lograr esta textura, pues
     evitamos la formación de grumos y seguimos aportando ese aire que tanto
     buscamos incorporar en este tipo de masas. No seas perezoso y no te saltes
     este paso.
 - Un
     truco clásico para que los frutos secos u otro tipo de tropezones no
     se vayan al fondo de la masa es rebozarlos con un pelín de
     harina.
 - Sí,
     has leído bien, el bizcocho lleva sal. Las preparaciones de
     repostería que incorporan sal entre sus ingredientes salen más ricas.
     La sal es un potenciador natural de los sabores, incluído el dulce.
 - Puedes
     sustituir las nueces por el fruto seco que quieras.
 - La
     nata que he usado yo es la de montar, la que tiene más proporción de
     materia grasa. Puedes cambiar por nata para cocinar, si
     quieres.
 


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